viernes, 5 de noviembre de 2010

Cosas que indignan (por no decir otra cosa)

A un día del encuentro de supervivientes (todos los lectores del blog estáis invitados, en el Caballo de la facultad de Medicina, mañana a las 21:30 h), me encontraba en la cama sin poder dormir. Y eso que trabajo de noche. ¿No os pasa de esos días en los que un pensamiento inútil os deja en vela, sin poder dormir, y que luego se lo contáis a un amigo y te entra la risa de lo estúpido que era? Pues hoy me encuentro así. El problema es encontrar a ese amigo para contarlo. Dado que no tengo dinero para un psicólogo, y menos para un amigo, escribiré por aquí esas cositas que a veces no te dejan dormir (o simplemente te sulfuran) y vas acumulando:
  1. Mi turno de trabajo en la panadería es en el obrador. Acabo a las 6 de la mañana, hora en la que los primeros clientes llegan y yo me voy. Una señora que lleva viéndome todos los santos días que trabajo aquí siempre pregunta, en tono cuchicheo "así va la cosa en España, si todos los trabajos se los llevan los mismos".
  2. Añadir el calor insufrible que se pasa junto al horno.
  3. El frío que hace al salir.
  4. Pasarme de pie todo el trayecto desde Plaza Elíptica a Ciudad Universitaria. Añadido a esto, dejar pasar a alguien por tu lado por cordialidad y que te quite el sitio que llevas 7 paradas esperando.
  5. Pensar en todo lo que tengo que estudiar mientras intentas conciliar el sueño.
  6. Quedarte dormido mientras intentas estudiar.
  7. Que tras 5 horas de trabajo nocturno, 3 horas de clases y otras 4 horas de deberes, tus 4 horas de sueño sean para tus compañeros de piso ser un vago.
  8. Que no puedas fregar un día tu taza y nadie te haga el favor, teniendo en cuenta que estás pagando más de la mitad del piso con tu salario, del que no te dejan gastarte más que lo básico para el transporte amenazándote con echarte y dejarte en la calle.
  9. Que la única persona en la que confiabas de tu piso (y en realidad de aquí) te haya dicho que lo que te está pasando no es justo, pero es necesario y te ayudará a aprender (¿a sufrir? ¿Más?)
  10. Que se me salten las lágrimas cuando oigo hablar a la gente de su familia.
  11. Que esa gente diga que su familia es una pesadez.
  12. Que no pueda llorar a gusto porque no pueda llegar a estar sólo realmente.
  13. Que me sienta sólo.
  14. Que exista tanta distancia.
  15. Que no estés aquí, mamá.
  16. Que lo que empezó siendo el manual de supervivencia en el tránsito se esté convirtiendo en mi propia enseñanza.
  17. Que alguien más tenga que pasar por esto.

          18.  Que la actualidad se ocupe por trivialidades como el orden de los apellidos


Siento el tono lastimero de esta entrada, pero es algo que de verdad necesitaba. Continuaré con el contenido habitual del blog la semana que viene. Lo siento, de verdad.

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