Disculpen por no actualizar con más prontitud, pero ultimamente ni paro por casa ni tengo tiempo para hacer más entradas. De hecho, esta semana destinaré el blog a unicamente a una actividad que nos han mandado en Sociología. Además, esta me ayudará a abstraerme un poco de mi rutina. No ha habido cambios significatvos, pero aún así, prometo hacer una entrada (y acabar con la serie Estado de Bienestar) para la semana que viene.
La actividad consiste en buscar fotos relacionadas con la emigración (fijáos que casualidad) y comentarlas. La serie ''¿Cuántas palabras para una imagen?'' constará de tres entradas: una sobre hombres, otra de mujeres y la última de niños. Sin más dilación:
Emigrantes españoles en Holanda (década de los 60)
En la imagen podemos apreciar un grupo de hombres sentados en torno a una mesa, en lo que se asemeja a un bar, en actitud alegre y jovial, algunos sonrientes y otros a los asuntos del grupo o en pura introspección. Si bien la imagen está dominada por hombres, y de eso se trata, se ha "colado" la que parece ser la camarera en la imagen. Aún así, se aprecia un ambiente dominado por hombres en actitud distendida.
He escogido esta imagen dado que siempre que hablamos de emigración, siempre que buscamos imágenes sobre ella, parece que prevalecen aquellas que ilustran la crudeza del tránsito, lo patético del llanto y el temor al futuro, sin dejar lugar a la felicidad (quizá no sea el término correcto, se acepta resignación o esperanza) que puede suponer dejar atrás lo que sería la muerte o pobreza seguras, mirar hacia delante e intentar ayudar a los tuyos o a uno mismo. Si bien los comienzos son malos (como hemos demostrado los supervivientes), conforme pasa el tiempo en estos países extraños para nosotros, fríos en ocasiones, tan normales para la gente en general; comenzamos a sentirnos mejor. Comenzamos a sentirnos en casa. Y es lo que veo en esta foto. Estos señores abandonaron familias, su hogar. Dejaron todo atrás para buscar un futuro incierto. Por suerte lo consiguieron. Y si no es así, siempre podrán disfrutar de una cerveza juntos. Aunque algunas miradas conserven un inquietante atisbo de duda, de miedo. A pesar de que algunas miradas se encuentren perdidas en la incertidumbre, siempre podrán mirar a su compañero para volver a sonreir. Para continuar juntos. Porque ellos lo han logrado. Ellos han forjado un futuro mejor para los suyos, y para ellos mismos. Ojalá pronto se den cuenta. Quizá para la segunda ronda.
Foto prestada de: http://www.emigracioneindhoven.dse.nl/someren2.JPG
No hay comentarios:
Publicar un comentario