Saludos a todos!
En primer lugar, me presento (si el jet lag me lo permite). Mi nombre es Miquel, tengo 18 años y, aunque ahora resido en Madrid, he vivido toda mi vida en un pueblecito de Venezuela, Bojó. Mi familia se dedicaba principalmente a la ganadería y al comercio con los pocos excedentes logrados, lo cual nos ha permitido, aunque fuera, subsistir. Gracias a un programa de mi país, y a los ahorros de toda una vida, mis padres pudieron procurarme un billete de avión junto con una plaza en la Universidad Complutense de Madrid. En verdad, aún no me lo creo. No sé, es demasiado extraño pasar de estudiar con libros desvencijados, prestados, con el olor del ganado aún inundando tu nariz, a una de las mejores facultades del mundo ! Espero que todas las esperanzas que han depositado en mí no se queden en eso, esperanzas.
Aldea semejante a Bojó, Venezuela.
He logrado contactar con un viejo amigo de la familia, gracias al que ahora mismo estoy escribiendo esto y podré descansar ese viaje transoceánico tan agotador -.-... suerte que no tengo miedo a las alturas o no me he percatado de ello.
De lo poco que he visto de Madrid, la verdad, resulta fascinante. La Terminal 4, lo grandioso de los aviones, el vaivén de la gente... aunque es curioso que nadie mire a nadie, que nadie hable con nadie, que nadie se salude... el tránsito es maravilloso.
Y de ahí el título de mi blog. Espero que este sea un manual para los próximos que acudan a una tierra, que si bien no hostil, resulta intimidante para sus nuevos huéspedes.
Bueno, voy a dormir un poco, que las jaquecas me matan. Les iré narrando mis próximas experiencias por aquí. ¡ No dejen de leerme ! ¿Alguna vez se han sentido igual de extraños a la vez que maravillados?
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